Hubo centenares de árabes que combatieron en las Brigadas Internacionales en defensa de la República y contra el fascismo. El palestino Ali Abduljáliq -cuyos restos yacen en el osario común del cementerio de los Llanos en Albacete- fue uno de ellos. Hussein Yassin, autor de Alí, un brigadista palestino, cuenta en los anexos de la novela cómo encontró la tumba de Ali e incluye el acta de inhumación y la foto de una lápida que puso en su recuerdo. Partiendo de un hecho real e incontrovertible, la novela reconstruye la vida de Ali desde el nacimiento hasta la tumba y recorre los escenarios que lo llevaron de pastorear por la aldea en la infancia a ser un miembro activo del Partido Comunista de Palestina que recibió formación política en Moscú y fue encarcelado varias veces hasta que las autoridades coloniales británicas le dieron a elegir entre cumplir de forma íntegra la condena o abandonar el país para combatir en la guerra civil española, donde transcurre el último tercio del relato. La prosa combina un estilo lírico y culto en descripciones y recuerdos con un habla popular en diálogos y rica variedad de r