Alonso Quijano es un hombre tranquilo que busca en los libros de caballerías un mundo que admira. Pero de tanto leer historias de guerreros, batallas, princesas, gigantes, dragones y encantadores, cae en la locura de creer que son ciertas. Recupera del pasado una armadura, así como expresiones, valores y actitudes, y se transforma en Don Quijote de la Mancha.