Relato medieval vasco dialogado que constituye un canto a la tierra y a las gentes habitantes alrededor del Bidasoa. El héroe protagonista, procedente de una antigua familia, es un guerrero esforzado, que encarna la esencia del hombre vasco desde la visión de un Baroja radical que vuelve su mirada, en esta historia original y colorista, a lo más cercano, a un pueblo viejo cargado de humor y sabiduría; al tiempo carga las tintas en boca de Jaun contra los males que la religión causó en unas aldeas donde la naturaleza y la vida en comunidad regían tiempos felices, austeros y, tal vez, imaginarios.